domingo, 11 de septiembre de 2016

Despaldas al Patriarcado I.

No nació como un grupo de música. 

Yo tenía algunos temas. Ellas tenían otros temas.

Éramos jóvenes, como ahora pero más, y por circunstancias de la vida vivimos un tiempo juntas. Vivimos a flor de piel eso de " las amigas de mis amigas son tus amigas". Real. Éramos una pandilla, una manada, un grupo de chicas que se estaban conociendo, pero se querían mucho.  Y eso que vivíamos en Madrid, que es grande, y para quedar un ratito y tomarte un café te tienes que dar una cita con meses de antelación. Años, si me vengo muy arriba.

Bueno, pues que se alinearon los planetas: nos conocimos. 

Y entonces me preguntaron si quería tocar mis temas en directo en un Cabaret feminista que se iba a realizar en un Centro Social del centro.Este tipo de espacios dan cabida a muchos proyectos políticos, y en ocasiones artisticos, potenciando un tipo de arte no comercial muy interesante, y en mi opinión, muy potente y enriquecedor para estos tiempos que corren ( ahora parezco una señora muy mayor, lo sé...)

Sentí deseo y miedo. Suelen ir de la mano estos malditos.
Les pedí ayuda ( a mis amigas).
Una cosa llevó a la otra: acabamos 5 subidas a un pequeño escenario, cantando. Piano a pilas. Guitarra desafinada, como las voces. EMPODERADAS. Eso sí.

Nos llamaron de varios sitios. A veces íbamos. Otras no.
Era algo espontáneo. Los ensayos terminaban en risas, vinos, y charlas. Algunos se suspendían. Otros se improvisaban. Era caótico, porque nunca tuvo la intención de ser un grupo de música como tal. No tenía estructura. Nos llamaban y respondíamos. Era genial, a su manera.

Pero como decía Mercedes: " cambia, todo cambia". Y como no podía ser de otra manera, cambiamos. 

Unas queríamos más, otras menos. Otras ya no estaban, otras estaban pero no se las veía, otra se las sentía, pero no estaban, otras estaban pero, pero, pero... 

Con tanto pero, las cosas se terminan.

Y así fue.

Jamás buscamos nada. Ni subimos nada a la red que yo recuerde.
Fue bonito también precisamente por eso. Sentimos que no estábamos solas. Que a través de internet,( que por cierto, no controlábamos de redes), el mensaje se difundía solo, y que, había mucha gente que veía el mundo como nosotras, o parecido. Por lo menos en lo que se refería a ciertas injusticias sociales. 

Nos llovieron palabras bonitas, y criticas destructivas.

Nosotras no solíamos leer nada. Hasta hace poco.
Nuestra idea era más cercana a los fanzines.
Lo escribes, lo sacas... y después la gente que haga lo que quiera. Que lo fotocopie, que lo difunda, que lo tire, que lo queme... 

Aquí peace, y después gloria.

" Pasa la palabra, hermana".

No hay comentarios:

Publicar un comentario